El otoño es, sin duda, una de las mejores estaciones para el juego sucio. Es una estación llena de color, castañas, piñas y otros elementos naturales que no vemos durante el resto del año. El juego sucio es el tipo de juego que ayuda a los niños a desarrollar importantes habilidades para el futuro. Fomenta la curiosidad, la imaginación y la exploración, al tiempo que estimula el desarrollo físico. Además, los niños pueden aumentar su capacidad para resolver problemas jugando de forma independiente o en equipo. Echa un vistazo a algunas de las ideas que se le han ocurrido al equipo de Newby para mantener ocupados a tus hijos este otoño.
1. Bandeja de toba otoñal
Lleve a los más pequeños a buscar el tesoro al aire libre y vea qué pueden encontrar. Sugiéreles que recojan caracolas, ramitas, hojas de colores de distintas tonalidades otoñales y piñas. Serán una magnífica selección de elementos naturales otoñales. Colócalos todos en tu bandeja de plastilina e incluye purpurina naranja o plastilina para crear un auténtico desastre.
2. Impresión de pintura en hojas
Sal a la calle y busca hojas de diferentes formas y tamaños. A continuación, vierte los colores de pintura que hayas elegido en una paleta y sumerge suavemente las hojas en la pintura. Una vez sumergidas, imprime el lado pintado en un trozo de papel y crea diferentes dibujos. Utiliza las hojas para imprimir una mariposa en el papel.
3. Decorar conkers
Lleva las manualidades a otro nivel decorando tus conkers. Utiliza distintos materiales, como limpiapipas, ojos adhesivos, plumas, purpurina, pintura, etcétera. ¡La lista es interminable! Puedes utilizar los ojos adhesivos para crear personas diminutas. O puedes hacer un agujero en el centro de cada caracola y pasar un limpiapipas para unirlas y crear una oruga. Utiliza tu imaginación al máximo y descubre las maravillosas creaciones que se te ocurren.
4. Caza de gelatina
Utiliza cubitos de gelatina naranja para darle un toque otoñal y añade un poco de agua para crear una pasta. Antes de que la gelatina se endurezca, busca una colección de objetos otoñales como conchas, piñas, ramitas, etc. y escóndelos en la pasta. Deje que la gelatina se endurezca en la nevera durante un par de horas y, a continuación, comience la búsqueda sacando cada objeto con una cuchara. Puedes convertirlo en un juego contrarreloj: ¡a ver cuánto tardas en pescar todos los objetos!
5. Tallar una calabaza
¿Qué mejor manera de entrar en el espíritu otoñal que tallar una calabaza? Acércate a tu huerto de calabazas más cercano y disfruta de los hermosos colores y los frescos olores otoñales al aire libre, elige la mejor y llévatela a casa para tallarla (con la ayuda de tus padres). Escribe una palabra o haz una cara y añade una candelita en el interior para ver cómo se ilumina tu creación. Es una tradición anual.
6. Cocinas de barro
Las cocinas de barro son geniales para hacer un desastre otoñal lleno de barro, creando la oportunidad perfecta para que los niños de los primeros años practiquen sus habilidades sociales y comprendan su entorno natural. Utiliza diferentes cucharas y palas para desenterrar todos los elementos naturales que encuentres al aire libre y prepara un delicioso pastel de barro. O ya que estamos casi en Halloween, ¿por qué no elaborar una poción mágica? Además de divertidas, las cocinas de barro son un gran recurso educativo. Benefician a los niños mejorando su capacidad imaginativa e incluso ayudan a desarrollar habilidades numéricas.
Pulse aquí para ver nuestra selección de cocinas de barro.
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